Elias Jiménez Crédito: Juan de Dios
Cómo cuidar el consumo y reducir el desperdicio, una pelota a la vez.
A medida que la civilización abarca más mundo, los hábitats disminuyen.
Empresa maderera panameña con certificación FSC, ganó un premio en Dubai.
Un equipo de investigación procedente de tres países completa su equipo con un robot colaborativo.
La preocupación por el medio ambiente siguió calando y tomó más fuerza en la década de 1960 pero más que todo en científicos dedicados al tema y en profesionales relacionados a la ciencia.
La crisis del petróleo de 1973 llamó la atención sobre el nuevo término ‘desarrollo sostenible’ en un ensayo de economía.
La economía circular (no lineal) se centra en que los productos deben diseñarse para que su ciclo de vida sea lo más largo posible, considerando no sólo su producción, sino también su disposición final. Para ello, se basa en cerrar ciclos de los materiales usados y la energía gastada.
El libro Road to Survival (Camino de Supervivencia) predijo a finales de la década del cuarenta parte del trecho amargo que el hombre recorre hoy día en su relación con la naturaleza.
Todo comenzó con una mirada a oriente. La gran deforestación en la India británica se hizo visible gracias al movimiento encabezado por el botánico Alexander Gibson, quien promovió la conservación forestal basada en principios científicos.
La publicación del libro ‘Primavera silenciosa’ en 1962, en contra del uso de pesticidas, impulsó el movimiento de ‘conciencia ambiental’ que se vive en la actualidad, y en su momento atrajó una atención no antes vista en las familias estadounidenses por la preocupación del medio ambiente.
Dos amigos de la infancia quieren impactar a las comunidades comprando a precio justo, valorando la faena agrícola, y el producto orgánico.
Adriana Paredes, de Arcos Dorados Panamá, la gran concesionaria de restaurantes McDonald's, nos cuenta los magnos programas de sostenibilidad de la cadena y su ruta para ser carbono cero.
El agua en exceso o escasez pone en jaque a las ciudades. Esta solución creada por una arquitecta tailandesa sirve de ejemplo a grandes capitales. Panamá, aun con sus históricas precipitaciones, no está exenta.
Panamá entra a una selecta lista por un estudio de insectos.
